Dices que estás perdido. Lo estamos.
Pero piensa que ya volamos perdidos por el cielo.
Porque fuimos (porque somos) polvo de estrellas.
En tus ojos casi puedo ver el último titileo de una estrella antes de morir.
Ríes con el fulgor de una supernova y tus pensamientos atraviesan tu mente como meteoritos cercenando el cosmos.
Las estrellas marcan rutas y son galaxias, pero las estrellas que ya no brillan crearon cada parte del universo.
Estamos perdidos. Sí, lo estamos.
Porque estamos hechos de polvo de estrellas.
Porque somos partes de estrellas muertas.
De los astros que brillaron en la oscuridad de la nada hasta convertirse en parte de ella.
Estamos perdidos, pero nosotros seguimos brillando. Como entonces, como ahora.
Sólo somos unas estrellas perdidas buscando la ruta que marcar, corriendo para alcanzar auroras.
Somos estrellas a las que todavía no han puesto nombre.
Puede que por eso extienda los brazos y nunca llegue a alcanzarte.